4 comentarios:

Perico Romero dijo...

¡Jajajajaja!

Pegarle a alguien en la espalda.

Patricil dijo...

¿Esta también es una viñeta de tu abuelo?

El Hombre de la Pústula dijo...

Que el anciano camarero le haya dado de más, el hombre normal saldría ganando con el error, es sólo que no tolera la incompetencia, se lo llevan los demonios cada vez que ve a alguien equivocarse. Se pega a sí mismo muchas veces.

(me gusta cómo estableces la normalidad, ese triángulo bermúdez)

El Andariego dijo...

Me preocupa la cuestión ya señalada por el Caballero de la bruñida pústula: una reacción tan airada originada por unas vueltas equivocadas a favor o en contra
del cliente. Tal vez el individuo no soporta ninguna clase de error, tal vez sea catedrático de matemática exacta y no repare en pérdidas o ganancias sino en la virtud aristotélica echada a perder. Espléndido.