Que el anciano camarero le haya dado de más, el hombre normal saldría ganando con el error, es sólo que no tolera la incompetencia, se lo llevan los demonios cada vez que ve a alguien equivocarse. Se pega a sí mismo muchas veces.
(me gusta cómo estableces la normalidad, ese triángulo bermúdez)
Me preocupa la cuestión ya señalada por el Caballero de la bruñida pústula: una reacción tan airada originada por unas vueltas equivocadas a favor o en contra del cliente. Tal vez el individuo no soporta ninguna clase de error, tal vez sea catedrático de matemática exacta y no repare en pérdidas o ganancias sino en la virtud aristotélica echada a perder. Espléndido.
4 comentarios:
¡Jajajajaja!
Pegarle a alguien en la espalda.
¿Esta también es una viñeta de tu abuelo?
Que el anciano camarero le haya dado de más, el hombre normal saldría ganando con el error, es sólo que no tolera la incompetencia, se lo llevan los demonios cada vez que ve a alguien equivocarse. Se pega a sí mismo muchas veces.
(me gusta cómo estableces la normalidad, ese triángulo bermúdez)
Me preocupa la cuestión ya señalada por el Caballero de la bruñida pústula: una reacción tan airada originada por unas vueltas equivocadas a favor o en contra
del cliente. Tal vez el individuo no soporta ninguna clase de error, tal vez sea catedrático de matemática exacta y no repare en pérdidas o ganancias sino en la virtud aristotélica echada a perder. Espléndido.
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